El sistema Braille permite a las personas ciegas leer y representar de manera escrita letras, números, signos de puntuación, etc. Se trata de una combinación de seis puntos en relieve que componen una matriz de dos columnas y tres filas, que permiten unas 64 combinaciones diferentes con las que se pueden representar las letras y los números. Además, se le suman una serie de signos adicionales que se ponen delante del símbolo central y dan lugar a mayúsculas, números y signos de puntuación.
En cuanto a la forma de reproducirlo se puede hacer de forma manual, con un punzón y una plancha, o de forma mecánica o sistematizada, con dispositivos específicos de escritura Braille, como máquinas impresoras y ordenadores adaptados.
En su producción mecánica, tema central que nos ocupa para la realización de las impresiones de la campaña encargada, hay que tener en cuenta diversos factores que condicionarán el resultado final de los soportes impresos, ya que a parte de su impresión normal es necesaria la impresión en Braille, para llevar la campaña también al target de invidentes.
En primer lugar hay que tener en cuenta el espacio que ocupa este tipo de impresión antes de seleccionar los soportes de las diferentes piezas, ya que la impresión en Braille tiene un tamaño de más del doble que una impresión normal.
En segundo lugar es importante saber que nunca se imprime en Braille en un soporte de papel de menos de 140 gr. ya que de lo contrario los puntos que se realizan romperían la hoja en vez de crear un relieve.
Además, hay que tener en cuenta que habitualmente no se imprimen más de 42×29 caracteres por página y que debido al grosor de las hojas y a lo que ocupan unas sobre otras con el relieve del Braille no se suelen imprimir publicaciones de más de 56 páginas en una tirada. Tanto por comodidad del invidente como por el proceso de impresión. Aunque no obstante si se tratase de un libro completo, se realizaría una tirada doble o triple para completar y unir posteriormente el libro entero.
Otro factor a tener en cuenta es que la información en Braille debe ir situada por debajo de la información impresa en el sistema normal. Es decir, debajo de cada palabra escrita se encontrará la representación escrita en Braille, cosa que se ha de tener en cuenta en todas las piezas.
Existen dos modelos de máquinas impresoras de Braille, uno hace tiradas más cortas y otro, tiradas más largas. Por ejemplo, la impresora Thil Impacto tiene una plancha de metal fija con puntos metálicos en relieve que presionan directamente en la hoja de papel combinándose entre sí para crear las letras y palabras introducidas mediante el ordenador (en el cual se han convertido el sistema de escritura normal a Braille mediante un programa específico). Este sistema se utiliza para ejemplares concretos y con pocas copias.
Ejemplos de impresoras de grandes tiradas son la Puma y la Iberica FL50, que imprimen mediante el sistema de interpunto. En este sistema, primero se realiza la impresión de una plancha de plástico doble con la máquina Puma. Esta plancha de formato horizontal se dobla por la mitad y se imprime por las dos caras (mediante los datos que se introducen en el ordenador una vez convertido el texto para imprimir en Braille), para que posteriormente se introduzca la hoja en su interior para que sea prensada y quede imprimida en Braille finalmente. Una vez realizadas las planchas, se introducen en la máquina Iberica FL50, que es la que se encarga de introducir las hojas dentro de las planchas, de prensar y dejar impresas las hojas. Posteriormente mediante unas cintas, se van ordenando las hojas que conforman la publicación, las cuales finalmente son plegadas y/o encuadernadas.